Título: Besos de Murciélago
Título original: Besos de Murciélago
Autora: Silvia Hervás
Páginas: 239
Editorial: Montena
Colección: autoconclusivo
Sinopsis
James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto.
Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.
A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando. Hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño.
Opinión personal
Me ha encantado este libro, corto y fácil de leer, ha sido justo lo que necesitaba en ésta época de exámenes en los que leer algo muy denso es lo que menos apetece. En una tarde ya lo había espirado, pero la historia se quedará mucho más tiempo en mi corazón. La trama me ha encantado, es ese toque de cliché pero renovado que a mí me gusta, no demasiado parecida al resto de las novelas.
James Gultter, en vez de ser un chico fuerte y masculino, guapo y lleno de esteroides, es un fino y pijo chico de Londres, que nunca ha cortado ni una rosa de su jardín, que tiene un mayordomo, guardaespaldas... y sus padres son multimillonarios. Llega a América después de que sus padres le obliguen a entrar en uno de esos programas de intercambio. Pero, cuando llega a la casa de los Graham, la típica familia americana de clase media, con una hija de diecisiete y uno de veintipico que en vez de ir a la universidad, fuma, bebe y se droga, su vida va a dar un giro de 180 grados.
Kelsey Graham, que casi tiene su edad, no tiene nada que ver con esas chicas finas con las que James se relaciona, ella va a fiestas y viste como un chico, y cuando ve al chico que va a pasar en su casa un mes, que tanto odia las moléculas de polvo, que no ha tocado una escoba en su vida, no sabe qué es un autobús y es un arrogante, prepotente y presumido, tan pijo e hipocondríaco, caso la da un ataque cardíaco.
Y por eso James es mi personaje favorito, me da pena, ya que nunca ha ido a una feria, no ha disfrutado como se supone que deben de disfrutar los niños, que no sabe cómo subir a un autobús, o hacer la compra, que no ve nunca a sus padres porque siempre están de viajes de negocios...
La espectacular y enganchante trama está narrada en tercera persona, y la pluma de Hervás ha resultado perfecta. Espero leer más de ella algún día, porque no sé si tendrá algún otro libro. Los diálogos, llenos de sarcasmo e ironía, me han encantado y animado a seguir, y todos los personajes son cada cual más raro que el otro, desde el rastoso del hermano de Kelsey como el excéntrico James
El final ha sido conmovedor, precioso y un poco abierto, me ha dejado con cosas en las que pensar y me encantó. Las frases literarias son, también, inolvidables y éste libro que tanto quería leer, ha cumplido mis expectativas por todo lo alto, llegando a sobrepasarlas.
Trailer
Puntos
5-5
Título original: Besos de Murciélago
Autora: Silvia Hervás
Páginas: 239
Editorial: Montena
Colección: autoconclusivo
Sinopsis
James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto.
Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.
A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando. Hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño.
Opinión personal
Me ha encantado este libro, corto y fácil de leer, ha sido justo lo que necesitaba en ésta época de exámenes en los que leer algo muy denso es lo que menos apetece. En una tarde ya lo había espirado, pero la historia se quedará mucho más tiempo en mi corazón. La trama me ha encantado, es ese toque de cliché pero renovado que a mí me gusta, no demasiado parecida al resto de las novelas.
James Gultter, en vez de ser un chico fuerte y masculino, guapo y lleno de esteroides, es un fino y pijo chico de Londres, que nunca ha cortado ni una rosa de su jardín, que tiene un mayordomo, guardaespaldas... y sus padres son multimillonarios. Llega a América después de que sus padres le obliguen a entrar en uno de esos programas de intercambio. Pero, cuando llega a la casa de los Graham, la típica familia americana de clase media, con una hija de diecisiete y uno de veintipico que en vez de ir a la universidad, fuma, bebe y se droga, su vida va a dar un giro de 180 grados.
James se despatarró sobre el suelo del baño, estirando las piernas y los brazos, colocándose boca abajo, imitando la última postura en la que había visto a Marcus. Después rió y se incorporó nuevamente.
Kelsey resopló, furiosa. Ahora había pasado de estar asombrada a estar cabreada. Supuso que su hermano se había quedado dormido en el baño, como solía hacer cada vez que volvía de fiesta.
—Luego intercambiaré algunas palabras con él.
James se encogió de hombros.
— ¡Pero si he disho que ta muerto, mu muerto! —repitió.
Kelsey Graham, que casi tiene su edad, no tiene nada que ver con esas chicas finas con las que James se relaciona, ella va a fiestas y viste como un chico, y cuando ve al chico que va a pasar en su casa un mes, que tanto odia las moléculas de polvo, que no ha tocado una escoba en su vida, no sabe qué es un autobús y es un arrogante, prepotente y presumido, tan pijo e hipocondríaco, caso la da un ataque cardíaco.
Y por eso James es mi personaje favorito, me da pena, ya que nunca ha ido a una feria, no ha disfrutado como se supone que deben de disfrutar los niños, que no sabe cómo subir a un autobús, o hacer la compra, que no ve nunca a sus padres porque siempre están de viajes de negocios...
-Perdone… -le dijo-, pero su hijo huele a materia orgánica sucia. Muy sucia.
-¿Qué? –preguntó la mujer, confundida.
-Excremento –aclaró, tapándose la nariz con los dedos-, desecho, caca, mierda. El niño huele a mierda, señora.
La mujer abrió los ojos, alarmada. Kelsey bajó la mirada y la clavó en el suelo, deseando que aquel autobús fuese como los coches de los Picapiedra, abiertos, para poder escapar de él.
La espectacular y enganchante trama está narrada en tercera persona, y la pluma de Hervás ha resultado perfecta. Espero leer más de ella algún día, porque no sé si tendrá algún otro libro. Los diálogos, llenos de sarcasmo e ironía, me han encantado y animado a seguir, y todos los personajes son cada cual más raro que el otro, desde el rastoso del hermano de Kelsey como el excéntrico James
El final ha sido conmovedor, precioso y un poco abierto, me ha dejado con cosas en las que pensar y me encantó. Las frases literarias son, también, inolvidables y éste libro que tanto quería leer, ha cumplido mis expectativas por todo lo alto, llegando a sobrepasarlas.
-¿Y yo noto que esta mañana eres aún más fea de lo habitual o será que hasta el momento no me había puesto las lentillas...?- replicó burlón.
-¿Llevas lentillas?
-¡Claro que no! Mis ojos son perfectos. -Pestañeó con afectación-. Jamás tendrás una pupilas tan maravillosas como las mías.
-¡Ja! Siento decirle, mi señor, que sus ojos son un tanto... repugnantes. Espero que no tome en cuenta mi osadía al hablar de tal modo, ¡oh, caballeroso conde James de inigualable belleza! -Kelsey hizo una reverencia a modo de burla cuando terminó su anticuado discurso, que no pareció agradar al inglés.
-Deja de intentar hablar como si aún quedase en ti un atisbo de elegancia. Eres puro vulgarismo, nena.
-¡NO ME LLAMES "NENA"!
-Lo que tú digas, nena.
-¡Uf...! ¡Cómo te odio!
-¡Quiéreme, nena, quiéreme!
Trailer
Puntos
5-5
Me le apunto
ResponderEliminarUltimamente necesito libros cortos y rápidos porque el tiempo dedicado a los estudios me impide leer grandes volúmenes
¡un abrazo!
¡Hola!
ResponderEliminarHace mucho que leí ese libro y cada que lo vuelvo a ver, me trae muy buenos recuerdos. Fue una muy buena lectura. Me alegro que te haya gustado mucho:D
Recibe un saludo desde:
acourtofstories.blogspot.mx/